Trastornos Infantíles
Trastorno de Desafío y Oposición (TDO)
Todos los niños demuestran oposición de vez en cuando, particularmente cuando están cansados, hambrientos, con estrés o alterados. Ellos pueden argumentar, contestar, desobedecer y desafiar a los padres, maestros y otros adultos. De hecho, el comportamiento de oposición es a menudo una parte normal del desarrollo de los niños de dos o tres años y cuando llegan a la adolescencia. Sin embargo, el comportamiento de falta de cooperación y hostilidad se convierte en un asunto serio cuando es tan frecuente y consistente que sobresale al ser comparado con el de otros niños de la misma edad y nivel de desarrollo, y cuando afecta la vida social, familiar y académica del niño.
En los niños con un trastorno de desafío y oposición, hay un patrón de falta de cooperación, desafío y comportamiento hostil en curso hacia las figuras de autoridad que interfiere seriamente con el funcionamiento diario del niño. Los síntomas del TDO pueden incluir:
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Rabietas frecuentes.
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Discusiones excesivamente frecuentes e intensas con los adultos.
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Desafíos activos y frecuentes negativas a cumplir con las reglas y con las peticiones de los adultos.
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Intentos deliberados de molestar y fastidiar a la gente.
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Culpar a otros por sus propios errores y mal comportamiento.
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Enfadarse fácilmente con otros.
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Irritación frecuente y resentimiento activo, demasiado prolongado.
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Uso de palabras hirientes y odiosas cuando está alterado.
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Búsqueda de venganza.
Los síntomas se pueden ver en múltiples situaciones, pero suelen ser más evidentes en el hogar o en la escuela. De un 5 a 15% de todos los niños de edad escolar tienen TDO. Las causas se desconocen, pero muchos padres informan que su niño con TDO era más rígido y demandante que sus hermanos desde temprana edad. Se cree que factores biológicos y del ambiente pueden jugar un papel.
A un niño que presenta los síntomas de TDO debe de hacérsele una evaluación comprensiva. Es importante buscar otros desórdenes que puedan estar presentes, tales como: el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), problemas con el aprendizaje, desórdenes del humor (depresión, desorden bipolar) y desórdenes de ansiedad. Puede que sea difícil mejorar los síntomas del TDO sin tratar los trastornos coexistentes. Algunos niños pueden llegar a desarrollar lo que se conoce como "trastorno de la conducta". El tratamiento del TDO puede incluir:
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Programas de adiestramiento a los padres para ayudarlos a que sepan manejar el comportamiento del niño.
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Psicoterapia individual para que el niño desarrolle un control más efectivo del coraje.
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Psicoterapia familiar para mejorar la comunicación.
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Terapia cognoscitiva de comportamiento para asistir en la solución de los problemas y disminuir la negatividad.
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Entrenamiento en las destrezas sociales para aumentar la flexibilidad y mejorar la tolerancia de la frustración con sus pares.
Consejos útiles para los padres:
Lidiar con un niño con TDO puede ser muy difícil para los padres, quienes necesitan respaldo y conocimiento. Ellos pueden ayudarle siguiendo estos consejos:
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Siempre edifique en lo positivo, elogie y refuerce positivamente al niño cuando demuestre flexibilidad y cooperación.
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Use tiempos de descanso (time-outs) auto-impuestos de modo de evitar sobre reaccionar, si detecta que le cuesta controlar su ira y que el conflicto con el niño puede empeorar en vez de mejorar. Esto es ser un buen modelo para su niño.
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Respalde a su niño si él decide que va a usar un tiempo de descanso (time-out) auto-impuesto para evitar sobre reaccionar.
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Escoja sus luchas. Ya que su niño con TDO tiene problemas evitando las luchas por el poder, establezca prioridades en las cosas que usted quiere que su hijo haga.
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Si usted le da un tiempo de descanso en su cuarto por su mal comportamiento, no le añada tiempo argumentando. Dígale "tu tiempo comienza cuando tú te vayas a tu cuarto".
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Mantenga otros intereses, de manera de controlar que su niño no tome todo su tiempo y energía.
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Establezca límites razonables y apropiados, con consecuencias que puedan aplicarse consistentemente.
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Trate de trabajar con y obtener el respaldo de otros adultos (maestros, entrenadores y cónyuge) para tratar con su hijo.
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Maneje su propio estrés con ejercicio y relajación.
Muchos niños con TDO pueden responder a las técnicas positivas de los padres. Los padres pueden pedirle a su pediatra o médico de familia que los refiera a un psicólogo experto en niños y adolescentes, quien puede diagnosticar y tratar el TDO y cualquier otra condición psicológica co-existente.