Trastornos Infantíles

Trastorno del Aprendizaje

Los padres se preocupan mucho cuando su hijo tiene problemas de aprendizaje en la escuela. Hay muchas razones para el fracaso escolar, pero entre las más comunes se encuentra específicamente la de los problemas del aprendizaje. Los niños con problemas de aprendizaje suelen tener un nivel normal de inteligencia. Ellos tratan arduamente de seguir las instrucciones, de concentrarse y de portarse bien en la escuela y en la casa. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, tienen mucha dificultad dominando las tareas de la escuela y se atrasan.

Se engloban bajo el nombre de "trastornos del aprendizaje" gran variedad de trastornos, cuyas causas son muy diversas. Habría que restringir la definición a aquellos trastornos, bajo los que siempre se detecta un nivel de aprendizaje inferior a lo que se considera "normal" para la edad del niño, siempre y cuando ello no se deba a retraso mental o algún otro trastorno del desarrollo. Para poder abordar de forma adecuada una situación así, el psicólogo infantil deberá hacer la valoración del problema desde varias perspectivas:

  • Desde el nivel madurativo del niño (su lateralidad, su psicomotricidad general, la organización de su esquema corporal, etc.).

  • Desde su estado neurológico (valorar si es preciso realizar algún tipo de prueba neurológica).

  • Desde su nivel de inteligencia y los factores que influyen en ésta.

  • Desde la situación o nivel psicopedagógico en las diferentes áreas y habilidades.

  • Desde su personalidad.

  • Desde el punto de vista de los padres, así como de los profesores.

Existe la creencia de que los problemas del aprendizaje son causados por alguna dificultad con el sistema nervioso que afecta la recepción, el procesamiento o la comunicación de la información. También puede ser común en ciertas familias. Algunos niños con problemas del aprendizaje son también hiperactivos, no se pueden estar quietos, se distraen con facilidad y tienen una capacidad para prestar atención muy corta. 

 
Los psicólogos de niños y adolescentes indican que los problemas del aprendizaje se pueden tratar. Si no se detectan y se les da tratamiento a tiempo, sus efectos pueden ir aumentando y agravándose como una bola de nieve al rodar. Por ejemplo, un niño que no aprende a sumar en la escuela primaria no podrá entender el álgebra en la escuela secundaria. El niño, al esforzarse tanto por aprender, se frustra más y más y desarrolla problemas emocionales, tales como una baja autoestima ante tantos fracasos. Algunos niños con problemas de aprendizaje se portan mal en la escuela porque prefieren que los crean "malos" a que los crean "estúpidos".

Los padres deben estar conscientes de las señales más frecuentes que indican la presencia de un problema de aprendizaje:

  • Dificultad para entender y seguir instrucciones.

  • Dificultad para recordar lo que alguien le acaba de decir.

  • Dificultad para dominar las destrezas básicas de lectura, deletreo, escritura y/o matemática, por lo que fracasa en el trabajo escolar.

  • Dificultad para distinguir entre la derecha y la izquierda.

  • Dificultad para identificar las palabras o una tendencia a escribir las letras, palabras o números al revés.

  • Falta de coordinación al caminar, hacer deportes o llevar a cabo actividades sencillas, tales como aguantar un lápiz o amarrarse el zapato.

  • Facilidad para extraviar o perder sus asignaciones, tareas, libros y otros artículos.

  • Problemas para entender el concepto de tiempo, confundiendo "ayer", "hoy" y "mañana".

Tales problemas merecen una evaluación comprensiva por un experto que pueda enjuiciar todos los diferentes factores que afectan al niño. Un psicólogo de niños y adolescentes puede ayudar a coordinar la evaluación y trabajar con profesionales de la escuela y otros para llevar a cabo la evaluación y las pruebas específicas y así clarificar si existe un problema de aprendizaje. Ello incluye el hablar con el niño y la familia, evaluar su situación, revisar las pruebas educativas y consultar con la escuela. Sólo entonces hará sus recomendaciones sobre dónde colocar al niño en la escuela, la necesidad de ayudas especiales, tales como terapia de educación especial o la terapia del habla y los pasos que deben seguir los padres para asistir al niño, de manera que pueda lograr el máximo de su potencial de aprendizaje.

En los niños con DISLEXIA hay una gran dificultad por distinguir las letras o grupos de letras, así como su orden y ritmo dentro de una palabra y/o una frase. Muestran gran dificultad para realizar con éxito el aprendizaje de la lectura, presentando un nivel de lectura significativamente inferior al esperado para la edad y/o el curso escolar. La dislexia afecta al resto de los aprendizajes. Todo el comportamiento del niño disléxico se ve afectado por su problema de comunicación. Realizar cualquier tarea le supone un "derroche de energía". Se mueve con inseguridad, le cuesta coger un lápiz, situarse frente a un papel en blanco, etc. Básicamente, las causas giran alrededor de una mala lateralización, desorientación espacio-temporal, problemas de percepción, alteraciones en su psicomotricidad (esquema corporal, equilibrio) o trastornos de tipo afectivo. Las causas no están vinculadas a defectos visuales, auditivos o neurológicos. La mala lateralización le dificulta emplazar y orientar las letras correctamente, lo que le provoca la realización de inversiones, omisiones y confusiones de éstas, lo que le impide alcanzar el nivel de lectura deseable.

El método elegido para el aprendizaje de la lectura influirá en la aparición de este trastorno. Lo ideal y más completo será utilizar un método mixto. Generalmente, va asociada a la disgrafía. Es muy importante detectar dicho trastorno precozmente, entre la educación Infantil y los dos primeros cursos del ciclo inicial, e intervenir a través de un psicólogo infantil, intensificando de forma individual dicho aprendizaje. Lo más importante será establecer la causa para poder intervenir de la forma más adecuada y rápida para que no se complique el problema con los siguientes aprendizajes escolares.

La DISGRAFIA es un trastorno específico de la escritura en el que el niño presenta un nivel de escritura significativamente inferior al esperado para su edad y curso escolar, lo que influye negativamente en sus aprendizajes escolares. Los problemas más frecuentes que se suelen observar son inversión de sílabas, omisión de letras, escribir letras en espejo y escritura continuada o con separaciones incorrectas. Va íntimamente relacionado con la lectura. Todo ello, le supone un sobreesfuerzo de atención y muy pocos resultados exitosos. El tratamiento consiste en detectar la causa lo antes posible, y realizar una atención individualizada y específica sobre cada caso en cuestión, por parte de un especialista en psicología infantil. Es conveniente intervenir cuanto antes para que no aumente el problema con los siguientes aprendizajes.

La DISCALCULIA es un trastorno específico del cálculo aritmético. Suele aparecer asociado a la dislexia, la disgrafía y a trastornos de la atención. Los problemas más frecuentes que se suelen observar son confundir los números, invertirlos, escribir los números en espejo y los problemas derivados de todo esto. El tratamiento va enfocado a encontrar la causa, y aplicar lo antes posible una atención individualizada y específica sobre los conceptos aritméticos, por parte de un psicólogo infantil. Es conveniente intervenir cuanto antes para que no aumente el problema con los siguientes aprendizajes.

 


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