Poner límites a los Niños

¿Por qué las normas y los límites son necesarios?

Aunque suponen un mayor gasto energético para los padres, pues se ha de vigilar su cumplimiento, marcar límites a los niños se hace necesario, ya que:

  • Dan seguridad y protección: Si el niño es más fuerte que los padres, no se podrá sentir protegido por ellos.
  • Permiten al niño predecir la reacción de los padres ante determinadas situaciones y comportamientos. Le ayudan a tener claros determinados criterios sobre las cosas. Son una referencia para él.
  • Enseñan al niño a saber renunciar a sus deseos, y ello le prepara para situaciones similares que la vida probablemente le deparará a futuro.

¿Qué hace que a algunos padres les cueste poner límites a sus hijos?

Puede tratarse de padres que sienten que no tienen energías suficientes para enfrentarse a sus hijos, de padres que intentan, de esa forma, compensar el poco tiempo de dedicación que les pueden dar, de padres inseguros y con poca autoestima, que desean ser aceptados por sus hijos, y que no confían en sus propias decisiones ni en su capacidad para defenderlas, o de padres que, entre sí, tienen opiniones distintas sobre una misma situación, e infravaloran o desacreditan el juicio del otro progenitor. En todos estos casos, se hace necesario el asesoramiento y seguimiento de la situación, por parte de algún especialista.

¿Qué es lo realmente perjudicial para el desarrollo del niño?

Todas las situaciones extremas perjudican el crecimiento y desarrollo del niño. El establecer unos límites o normas demasiado estrictas o excesivas en cuanto a cantidad no dejaría crecer al niño. El no poner ningún tipo de límites a su comportamiento, daría lugar a un niño que nunca tendría suficiente, cuyas exigencias serían cada vez más elevadas y donde las negativas serían cada vez vividas de peor forma. Estaríamos pues ante un niño con grandes dificultades para postergar la satisfacción de sus deseos, con todo lo que ello supone. Su autoestima quedaría ligada a la posesión material de cosas, regalos, es decir, tendría una alta dependencia de las cosas materiales.

¿Qué condiciones son fundamentales para poder establecer con éxito los límites a nuestros hijos?

Para que el niño se muestre dispuesto a aceptar las normas o los límites marcados por los padres, es necesario que se cumplan otras condiciones:

  • Que exista un buen clima familiar, de afecto y cariño.
  • Que los padres estén convencidos de aquello que exigen y, por tanto, luchen por su cumplimiento.

  • Que las normas marcadas sean claras y necesarias, no excesivas, pues ello acabaría por convertirlas en ineficaces.

  • Que los padres se comporten de forma coherente a lo exigido, que sean consecuentes con el modo habitual de hacer en casa.

Es normal y habitual que el niño quiera probar hasta dónde puede llegar y cuál es la reacción de los padres si sobrepasa el límite. En ese momento hay que mostrarse firmes, pues si se cede, después cuesta mucho retomar el respeto por las normas. Sin embargo, es necesario que los padres adopten una mentalidad flexible que les permita ir adaptando esas normas a la situación, al momento y edad concreta del niño.

 

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