Causas de la Depresión

Se desconoce la causa exacta de la depresión. Algunos investigadores creen que puede ser causada por desequilibrios químicos en el cerebro que pueden ser hereditarios a causados por eventos en la vida de una persona. Los patrones de pensamiento alterados, que se caracterizan por sentimientos de inutilidad, desamparo y desesperanza son parte de la llamada "tríada cognitiva" de la depresión y pueden ser un factor de riesgo para padecer esta enfermedad. De esta manera, las personas con poca autoestima, que se perciben a sí mismas y al mundo en forma pesimista y que se abruman fácilmente por el estrés, estarían predispuestas a la depresión. Sin embargo, no se sabe con certeza si esto representa una predisposición psicológica o una etapa temprana de la enfermedad.

 

Son mencionadas como causales típicas de episodios depresivos las siguientes situaciones:

  • La pérdida de un amigo o familiar.
  • Una desilusión importante en el hogar o en el trabajo.
  • Una enfermedad o un dolor crónico o prolongado.
  • Condiciones médicas como hipotiroidismo, cáncer o hepatitis.
  • Medicamentos tales como tranquilizantes, medicinas para la hipertensión, esteroides (prednisona), codeína, e indometacina.
  • Intoxicación alcohólica.
  • Abstinencia del alcohol.
  • Intoxicación por drogas.
  • Abstinencia de drogas.

 

De esta manera, la pérdida de un ser querido, los problemas en una relación personal, los problemas económicos, o cualquier situación estresante en la vida, también pueden precipitar un episodio depresivo. Las causas de los trastornos depresivos generalmente incluyen una combinación de factores genéticos, psicológicos y ambientales. Después del episodio inicial, otros episodios depresivos casi siempre son desencadenados por un estrés leve, e incluso pueden ocurrir sin que haya una situación de estrés.

 

Se pueden presentar episodios cortos de depresión u otros de cambios de humor con los cambios hormonales, inclusive los que acompañan al embarazo o al síndrome premenstrual (SPM) y aquellos que se presentan poco después del nacimiento de un bebé (ver depresión posparto). Otros factores biológicos que pueden precipitar los síntomas depresivos son la alteración del sueño y la falta de luz solar durante los meses de invierno. En los últimos años, la investigación científica ha demostrado que algunas enfermedades físicas pueden acarrear problemas mentales. Enfermedades tales como los accidentes cerebro-vasculares, los ataques del corazón, el cáncer, la enfermedad de Parkinson y los trastornos hormonales, pueden llevar a una enfermedad depresiva. La persona enferma y deprimida se siente apática y sin deseos de atender a sus propias necesidades físicas, lo cual prolonga el período de recuperación. Algunos tipos de depresión tienden a afectar miembros de la misma familia, lo cual sugeriría que se podría heredar una cierta predisposición biológica a la depresión. Esto parece darse más claramente en el caso del trastorno bipolar. Sin embargo, no todos los que tienen la predisposición genética para el trastorno depresivo o bipolar lo padecen. Al parecer, hay otros factores adicionales que contribuyen a que se desencadene la enfermedad: tensiones en la vida, problemas de familia, trabajo o estudio. Sea hereditario o no, el trastorno depresivo severo está a menudo asociado con cambios en las estructuras o funciones cerebrales.